Es indudable el éxito que tiene el estudio de lenguas en todo el mundo. El volumen de dinero que se mueve entorno al negocio creado al estudio de las lenguas crece exponencialmente y más si cabe gracias a las distintas plataformas que ofrece Internet. Hoy en día es muy fácil encontrar recursos en la red para el estudio de idiomas, tanto de pago como gratuitos o incluso freemium, donde se encuentran blogs o vídeo blogs en plataformas de almacenamiento de vídeo como Youtube, que posteriormente se intentan monetizar de distintas formas.
¿Es posible que haya tantos políglotas?
Debido a la necesidad social y laboral de conocer idiomas está muy de moda en Internet ejemplos de poliglotismo donde estudiosos de idiomas venden libros con “recetas mágicas”, consejos y trucos sobre cómo aprender un idioma en pocos meses. De la misma forma, también han surgido detractores entorno a ello, poniendo en duda la autenticidad de tanto poliglotismo y tanta receta mágica, argumentando que en muchos casos es marketing para monetizar blogs o vídeo blogs de ciertos autores.
Según el diccionario oficial de la lengua española (RAE) un políglota es: “una persona versada en varias lenguas”. Esta definición puede ser algo abstracta y ha generado un debate en la red entorno a qué es ser un verdadero políglota y qué no lo es. Hay gente que defiende que con saber dominar los temas esenciales de un idioma y entender lo que te dicen, ya se puede considerar ser fluido, y por tanto políglota; en cambio otros, no consideran a una persona fluida hasta que tienen un nivel B2 del idioma, o dicho de otra forma, hasta dominar el idioma con un nivel intermedio alto.
El psicólogo sueco Anders Ericsson, tras años de investigaciones, publicó en su conocida obra “The Role of Deliberate Practice in the Acquisition of Expert Performance.” que son necesarias aproximadamente 10.000 horas de práctica para ser experto en algo. Según Ericsson, los mentores juegan un papel importante para lograr la maestría en algo. Sin embargo, el mismo psicólogo comenta que solo se puede enseñar hasta cierto punto, puesto que muchas de las capacidades de un genio son innatas, siendo difícil explicar cómo hacen lo que hacen.
Algunos ejemplos de poliglotismo
Kenneth Hale, lingüista fallecido en 2001, parece ser un ejemplo de predisposición innata. Las personas más allegadas aseguraron que podía hablar más de 50 dialectos ya desaparecidos o en vías de extinción. Sobre Hale también han surgido leyendas como la que aprendió finés en un vuelo desde Boston a Helsinki. Otra figura mítica es Emil Krebs, de este diplomático alemán se dice que dominaba 68 idiomas (parece ser que solo tardó unas nueve semanas en aprender las las reglas básicas del armenio) y que podía traducir más de cien idiomas. Después de 80 años después de su muerte su cerebro sigue siendo objeto de análisis científico en la Universidad de Düsseldorf.
Por contra, uno de los casos más interesantes en cuanto a tesón y esfuerzo es el de Alexander Arguelles, profesor de 47 años que dedica nueve horas diarias (antes de casarse y tener familia dedicaba entorno a 14) a estudiar alemán, mandarín, árabe, latín, ruso, persa, sánscrito, checo, catalán, islandés, swahili… Su método, en principio, es fácil: correr todas las mañanas escuchando audiolibros de un idioma concreto. En opinión de Alexander, el secreto consiste en imitar una y otra vez las palabras, incluso sin entender el significado. Aunque parece una técnica sin mucho sentido, este profesor sostiene que es la mejor manera para conocer los sonidos de una lengua. Aunque obviamente, en su estudio diario también se incluye la realización de ejercicios de gramática y lecturas en unos horarios que previamente se planifica
¿Que es para ti ser políglota?
¿Crees que para ser políglota es necesario un don o que con mucho esfuerzo y perseverancia todo el mundo lo puede conseguir?
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Imagen vía Flickr
A veces la palabra políglota solo me parece ser un label o un tag, no es muy util. Me gustaria que ser políglota quiera decir disfrutar comunicar y jugar con los idiomas. Creo que cuando le hace gracia a alguien utilizar un idioma, lo usa un poco casi todos los días, y cuando no lo importa a los demás si él es un nativo o no, sí, para mí él es un políglota.
Lo más importante es saber hasta qué punto uno es políglota. Hay un interesante debate sobre ello en la red, ya que hay personas que consideran a gente políglota si hablan varios idiomas en un nivel relativamente bajo pero que se pueden comunicar. Y otras personas consideran que es mejor hablar menos lenguas pero con mayor fluidez y conocimiento. Gracias por comentar.
Vale. Yo diría que el punto es cuando uno empieza a actuar como un usuario del idioma y ya no como un estudiante. Creo que me llevaría bien con el primer grupo de este debate.